Atando Cabos
Emelec por un lado y Barcelona por el otro, lo único que los ata es el Cabo Rojeño. Es el bar emblemático de la zona, eso fue lo que me dijo Luis Carlos Mussó, poeta guayaquileño y mi profesor de Literatura de Hispanoecuatoriana Actual. A veces las clases se vuelven tediosas dentro del aula universitaria y pocos profesores como Luis Carlos prefieren salir del espacio institucional y probar un nuevo ambiente, en el cual se hace más que compartir ideas de los textos leídos, sino formar relaciones interpersonales. Rumba y sabor es lo que se percibe en este bar salsero que frecuentan escritores, poetas, futbolistas y adeptos a la salsa. Con dos salas diferentes que respectivamente ocupan los equipos de fútbol por excelencia en Guayaquil. Una llena de figuras de los jugadores simbólicos de Emelec y otra de Barcelona, el separatismo es evidente, el amarillo y el azul predominan en cada sala. Lo único que tienen en común son los televisores para...